Adiós. En el primer vapor, salgo, con su carta y encargo, con buenas noticias de Calixto, -y malas de Costa Rica. (Flor y Antonio, en peleas) -y mucho hecho acá en estos días, y en Sur América, para mi vuelta. No he alzado la cabeza desde que llegué, y me voy justamente contento. A Pepa inolvidable, al puro Raimundo, toda mi amistad. Y a la señora de Rogelio. A él, que he visto, y quiero ya, a Porfirio Varona. Adiós otra vez; ya le charlo a la vuelta. A ver si traigo juntos todos los hilos. He cubierto de buenas comisiones la Isla.
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