El 1° de Abril salimos pª no volver. Volvemos a salir -si no llegáramos ahora, volveríamos a salir. Eso es lo que han de desear saber. Corrimos riesgo de encallar, de ser asediados en un islote sin salida, de ser clavados en el: nos salvamos del riesgo. Los detalles, no son para el papel, que puede perderse, o indicar una ruta que debe quedar cubierta, aun después de usada. El cable, no he debido usarlo, porque por el, que está vigilado o vendido, se sabría nuestro camino, -el que se torció, y el de ahora, -que aun no se sabe. Llegar, ordenar, empujar, deshacer a habilidad enérgica y con encabezamiento respetable y amable, los pocos obstáculos que nos presenten los nuestros mismos -esa es la labor, y vamos. A mi alrededor, como van viendo, todo se encariña y unifica, y ese es alivio grande. Estos días han sido útiles, y me siento creído. No puede ser que pasen inútiles por el mundo la piedad incansable del corazón y la limpieza absoluta de la voluntad. Quiero, y veo con creciente ternura, el sacrificio pleno y sencillo que me acompaña. No quieran que hable. Me avergüenza, y no sé. Los llevo conmigo, les digo me veo en Vds., se los fío todo. Del mar les escribiré,-les enviaré acaso una ayuda valiosa, -o decisiva para la empresa mayor, -ayuda de hombre. Repetir, no es necesario. Del manifiesto, todo hace prever, por la malignidad autonomista y la benevolencia española, que es oportuno, y que será influjo real. De prisa y bien repártanlo. Que en todas formas cunda en Cuba, no perdonen esfuerzo para esparcirlo en Cuba. De pensamiento es la guerra mayor que se nos hace: ganémossela a pensamiento. Por eso, Gonzalo y Benjamín. Patria ha de ser ahora un periódico especialmente alto y hermoso. Antes, pudimos descuidarlo, o levantarlo a braceadas: ahora no. Ha de ser continuo, sobre las mismas líneas, afirmando con majestad lo contrario de lo que se afirma de nosotros, mostrando -en el silencio inquebrantable sobre las personas-el poco influjo-real que les concedemos. A lengua sinuosa nos están batiendo: cerrémosles el camino a mejor lengua, la hermosa -por ejemplo -del artículo sobre la proclama de Massó: Sólo ese número me ha llegado desde Febrero. Y en él, una pequeñez que extirpar, con mano firme, y es el tono burlón o jocoso de los comentarios sobre la guerra. La guerra es grave, y nosotros, y se espera de nosotros gravedad. Fue unánime alrededor mío el deseo de que se mudase el tono leve y novicio de los comentarios. Nos quita peso. No necesitamos argüir. Decir no más, por el servicio del periódico, y la verdad corriente. Y siempre los mismos puntos principales: capacidad de Cuba para su buen gobierno,-razones de esta capacidad, -incapacidad de España para desenvolver en Cuba capacidades mayores, -decadencia fatal de Cuba, y alejamiento de sus destinos, bajo la continuación del dominio español, diferencias patentes entre las condiciones actuales de Cuba y las de las repúblicas americanas cuando la emancipación, -moderación y patriotismo del cubano negro, y certeza probada de su colaboración pacífica y útil, -afecto leal al español respetuoso -concepto claro y democrático de nuestra realidad política; y de la guerra culta con que se le ha de asegurar. Eso cada día, y en formas varias y en el periódico todo. ¿Porqué no un artículo sobre cada uno de estos puntos? O un número donde estuvieron todos ellos tratados explícitamente. Esa es buena idea. Un número para eso, sobre esos temas, que Vds. escriban, como de la casa, o que escriban y firmen varios. Me llaman. Nos vamos ya. Un abrazo fuerte. El día está hermoso. Una a una recuerdo a las mujeres, y les beso la mano. Pasen junto a Aurora y Benjamín. Vean por Carmita buena, y por sus hijas: ¿Y Rafael? ¿Y Calixto? ¿Y Serafín? ¡Cuánto, si llego, he de hablar de Vds. con aquellos hombres, y con aquellos árboles! Adiós.
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