New York, 1894. |
Sr. General Antonio Maceo. |
Amigo muy querido:
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Sobre la palma de la mano le escribo, escapado de un cuarto de conversación con gentes de Cuba, que vienen y vuelven, o vienen para no volver. Estoy contento. Todo lo hemos ordenado. Se ha acudido al desorden que todos los elementos de perturbación muy bien señalados por Vd. habían pretendido y en cierto modo logrado. A Gómez le ha ido y va cuanta prueba y estímulo pueden ayudar a deshacer las confusiones en que intentaron ponerle.
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De él sabré dentro de tres días, y la situación no ha mudado un ápice, a no ser lo adelantado en asegurar la obra por la Isla,-de lo que dije a Vd. en mi anterior. Con júbilo recibí su cablegrama con mi nombre, que vino a tiempo, porque por acá no se entendía bien la difícil situación en que nuestras cosas se suelen ver por esos países amigos. Vino bien el cablegrama. Yo tengo muy cerca todos los suyos, y le pondré uno el miércoles.
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Salgo al vuelo, a acomodar y devolver mis visitas, y sólo para un abrazo, y desear que sea toda de mano de Vd. la carta que de seguro me viene en camino, tiene tiempo, satisfecho de cuanto se ha ganado en medio de la demora,
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Su
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José Martí |
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