| . . . .Fué una canción muy triste, una canción de antaño |
| Despertada de pronto... Fué como si el acento |
| Vagante olvidado de una voz muy amiga |
| A través de los años viniera a sorprendernos. |
| Una vieja aria triste trayendo entre sus pátinas, |
| . . . . . . . . . . . . .De los días muy lejos, |
| Un antiguo perfume misterioso y querido, |
| Cada nota una vieja visión, un viejo ensueño. |
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| . . . .- ¡ Oh, la grave aria triste roída por los años |
| Evocóme un paseo lento en un parque viejo |
| Buscando entre la hireba los senderos de antaño |
| Y en el dormido estanque la visión de otros tiempos !- |
| La voz que la decía era el molde más digno |
| . . . . . . . . . . . . .A su sabor añejo... |
| Yo lloré, lloré mucho... la mañana era opaca... |
| La canción era triste... el mendigo muy viejo... |
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| . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . |
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| . . . .Súbito vi del ahada madrina el tul celeste, |
| Las alas de diamantes, el peto de cristal; |
| Brillantes de rocío traía en la azul veste, |
| El carro de turquesas, la cabellera astral; |
| Y abrojos y perfumes que un largo viaje agreste |
| Prendiera bajo el oro de un cielo matinal, |
| Dijo: en tu cuna pongo esta flor, ella preste |
| Su miel y su fragancia a tu fiesta auroral. |
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| . . . .La he buscado a través de los campos salvajes |
| Mil años! Hoy corona la angustia de mis viajes: |
| Tómala, tuya es. - Gracias!, gracias madrina !- |
| - Alma de extraña planta que rara vez florece. |
| La flor que aquí te ofrezco jamás, jamás fenece !... |
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| . . . .Y es reina del perfume, del pétalo y la espina ! |