Los primates en este grupo son diminutos, el más grande no sobrepasa los 16 centímetros de longitud en el cuerpo y la cabeza. Todos ellos son naturales de las islas al sureste de Asia, desde las Filipinas hasta Sumatra.
A estos primates se les llaman Tarseros, o Monos Fantasmas, y se asignan a la familia Tarsiidae. Tarseros porque tienen el tarso (en las patas) bien desarrollados, adaptación que les facilita saltar entre las ramas de los árboles con gran facilidad. Su otro nombre, el de Monos Fantasmas, porque son muy difíciles de ver. De hábitos nocturnos y reclusos, son naturales de las selvas tropicales donde la vegetación crece abundante y espesa. Hay quienes los consideran entre los mamíferos más difíciles de estudiar en su hábitat.
Las especies aquí incluidas se alimentan de insectos, lagartos y otros animalitos pequeños. Dato curioso es que los tarseros no pueden mover los ojos, siempre mirando hacia adelante. Compensan esta limitación al poder girar la cabeza casi los 360 grados. Claro, es una adaptación para poder ver mejor de noche, siendo sus ojos, en proporción, los más grandes de todos los primates. Peculiar también es que su forma primordial de locomoción es trepar verticalmente los troncos de los árboles y saltar de rama en rama. |