| Hoy desde el gran camino, bajo el sol claro y fuerte, |
| Muda como una lágrima he mirado hacia atrás, |
| Y tu voz de muy lejos, con un olor de muerte, |
| Vino á aullarme al oído un triste "¡ Nunca más !" |
| . |
| Tan triste que he llorado hasta quedar inerte... |
| ¡ Yo sé que estás tan lejos que nunca volverás ! |
| No hay lágrimas que laven los besos de la Muerte... |
| - Almas hermanas mías, nunca miréis atrás ! |
| . |
| Los pasados se cierran como los ataúdes, |
| Al Otoño, las hojas en dorados aludes |
| Ruedan... y arde en los troncos la nueva floración... |
| . |
| -...Las noches son caminos negros de las auroras...- |
| Oyendo deshojarse tristemente las horas |
| Dulces, hablemos de otras flores al corazón. |