. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . |
. |
. |
La noche entró en la sala adormecida |
Arrastrando el silencio á pasos lentos... |
Los sueños son tan quedos que una herida |
Sangrar se oiría. Rueda en los momentos |
. |
Una palabra insólita, caída |
Como una hoja de Otoño... Pensamientos |
Suaves tocan mi frente dolorida, |
Tal manos frescas ¿ ah... por qué tormentos |
. |
Misteriosos los rostros palidecen |
Dulcemente ?... Tus ojos me parecen |
Dos semillas de luz entre la sombra, |
. |
Y hay en mi alma un gran florecimiento |
Si en mí los fijas; si los bajas, siento |
Como si fuera á florecer la alfombra! |