Llora, mi musa, llora en el silencio |
De esta noche tan triste, hay sueños crueles, |
Vasos brillantes raramente rotos |
Cuando va el alma a saborear sus mieles. |
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Hoy me vence el dolor. - ¿ Por qué en las noches |
Las visiones sombrías se agigantan ?- |
Hoy muere el ritmo poderoso y frío |
En que la idea es una llama fatua. |
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En tierra ya el castillo de mi orgullo |
Mi alma vencida en lo vulgar se aplasta: |
Cuanto más alto el pedestal, si cae, |
En más pedazos rodará la estatua ! |
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Más tarde o más temprano, los soberbios |
Que el mundo cruzan con la mente erguida, |
Cantando olimpos, en el fiero pecho |
Han de mostrar la llaga de la vida. |
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En mis jardines se acabó la pompa |
Del crisantemo y de la rosa cálida, |
Revivirán mis pasionarias tristes |
Al riego tibio y suave de las lágrimas. |
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¡ Y como es dulce el amargor del llanto |
Que cae sobre la tumba de los sueños ! |
Siempre un misterio en las cenizas frías |
Trae como el eco de calores viejos. |
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¿ Nunca habéis visto agonizar un sueño ? |
¿ Un noble sueño que llenó la vida ?... |
¿ No es más amargo que los mares todos |
Ese momento de dolor ? ¿ Qué herida |
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Inventó el Sino que más honda fuera ?... |
Nada más frío que la muerte, nada |
Más angustioso que el adiós eterno, |
"Nunca..." Un abismo la palabra helada ! |
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Feroz, maldita si su saña llega |
Hasta la frente de candor de un sueño ! |
Mal haya el genio destructor que goza |
Derrumbando castillos marfileños ! |
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Y bendito el orgullo que en mis ojos |
Congela el llanto con su glosa fría: |
Protestar sin vencer es humillante: |
¿ Por qué exponerse al pie de la ironía ? - |
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¡Ah no, no lloro más! pase el Destino, |
Pase el Dolor del brazo de la Muerte, |
Les miraré pasar desde mis torres |
Con una calma atroz que desconcierte ! |