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| «Tenía en las pupilas un brillo nunca visto, |
| Era rubio, muy dulce y se llamaba Cristo!...» |
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| . . . .- Ah sigue! - el mago erguía la frente soberana - |
| - «Mi copa es del Oriente, es sagrado este vino. - |
| «Allá en Betlheém, un día legendario y divino, |
| «Yo ví nacer al niño de estirpe sobrehumana. |
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| . . . .«La Miseria lamía su mano... porcelana |
| «Celeste con el sello de un trájico destino, |
| «Y Él sonreía siempre á la Miseria, al sino, |
| «Al cordero de nieve, á la cruz del Mañana... |
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| . . . .Era mi Dios !... Ah Cristo mi vieja fe os reclama |
| Si mi labio está aún dulce de la oración que os llama! |
| Atravesando cultos, mi rubio, infausto Dios, |
| No estragué de mi fe los armiños pristinos, |
| Ah! por todos los templos, por todos los caminos, |
| Yo iba como en sueños, vagamente, hacia Vos... |