. . . .En el silencio siento pasar hora tras hora, |
Como un cortejo lento, acompasado y frío... |
Ah! Cuando tú estás lejos mi vida toda llora |
Y al rumor de tus pasos hasta en sueños sonrío. |
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. . . .Yo sé que volverás, que brillará otra aurora |
En mi horizonte grave como un ceño sombrío; |
Revivirá en mis bosques tu gran risa sonora |
Que los cruzaba alegre como el cristal de un rio. |
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. . . .Un día, al encontrarnos tristes en el camino |
Yo puse entre tus manos pálidas mi destino! |
¡Y nada de más grande jamás han de ofrecerte! |
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. . . .Mi alma es frente á tu alma como el mar frente al cielo: |
Pasarán entre ellas tal la sombra de un vuelo, |
La Tormenta y el Tiempo y la Vida y la Muerte! |