Como un gran sol naciente iluminó mi vida |
Y mi alma abrió a beberlo como una flor de aurora; |
Amor! Amor! bendita la noche salvadora |
En que llamó a mi puerta tu mamita florida. |
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Mi alma vibró en la sombra como arpa sorprendida |
Las aguas del silencio ya abiertas, en la aurora |
Cantó su voz potente misteriosa y sonora. |
Mi alma lóbrega ëra una estrella dormida! |
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Hoy toda la esperanza que yo llorara muerta |
Surge a la vida alada del ave que despierta |
Ebria de una alegría fuerte como el dolor; |
Y todo luce y vibra, todo despierta y canta, |
Como si el palio rosa de su luz viva y santa |
Abriera sobre el mundo la aurora de mi amor. |