De hora en hora lo estoy viendo, y de hora en hora es imposible. No salgo de la muerte. De una agonía me libro y ya estoy en otra. Y ya todo, todo se está hilando alrededor de nuestro campo. De viernes a sábado voy a conversarle una hora. En este instante, a fin de tenerlo inmediatamente fuera de aquí, le aviso, para que Vd. mismo me le busque cuarto en la casa, o cerca, y sólo con Vd. se vea, al coronel Patricio Corona, hombre de todo honor y discreción, que viene a volverse con el mismo camino que va a ir Vd. Nos lo manda Flor, para evitar lances. Por él verá Vd. cuán bien preparado se tiene todo allí. Acá estoy cerrando. Ahí van los $30 que en este instante tengo conmigo; pague la primera semana -que en estos momentos parece que no será más- de Corona. Acompáñese de él. El sólo sabe que Vd. irá también. Va esa carta de Jamaica.
|