[1895] |
Sr. E. H. Gato |
Mi amigo muy querido:
|
Vacilo al escribirle. Necesitado de todo, al emprender veloz un nuevo rumbo, no quiero que el saludo que le hago con el alma pueda ser tenido por Ud., -por muy apremiante y solemne que sea nuestra situación hoy, -como modo disimulado de pesar más sobre un hombre cuya nobleza y fe en mí, quedan ya para siempre en mis entrañas. Pero Gonzalo de Quesada va al Cayo, -por mí va,- a que los cubanos lo rodeen y enseñen a Cuba, con ocasión de él, su corazón actual, -y a hacer porque,-en la campaña suprema a que me pongo hoy en camino, -no me falte la pequeñez porque suelen fallar las obras más seguras. Otras, las hace fallar la cobardía o la infamia: y se convierte en triunfo la derrota. Este amigo de Ud. solo acaba a los pies de Cuba.
|
Entiéndame, pues. Lo amo, y quiero que Gonzalo lo conozca. No quiero abusar a Ud. Y quiero, sí, que Ud. también vea y estime de cerca a un joven que es como hijo íntimo mío, más que el mío propio, porque más me acompaña y ayuda, en mi afán porque Cuba sea al fin tierra de honor, -a este noble Gonzalo de Quesada, que como Ud., a la hora de servir con su fortuna, sólo cuenta las necesidades de la patria. Muéstremele cariño, que él no es tortuoso ni hipócrita, y sabe bien por mí qué clase de alma es la de Ud.
|
Jamás se entibiará el afecto que tiene a Ud.
|
José Martí |
|