Damisela Carta de José Martí a Juan Bonilla del 8 de Agosto de 1890.

Carta de José Martí a Juan Bonilla. Bandera de Cuba.

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Epistolario
Juan Bonilla
 8 de Agosto de 1890


José Martí
Juan Bonilla
Cartas de José Martí

De acuerdo a Gonzalo de Quesada y Miranda en el Tomo II de sus “Obras Completas de Martí”, 1936, página 97, las montañas referidas por Martí en esta carta son las montañas Catskill.




[8 de Agosto de 1890]

Sr. Juan Bonilla


Mi muy querido amigo:


Ayer 7 recibí en uno de los picos más altos de estas montañas, la carta de Vd. del 3 en que me anunciaba la visita de Vd. para ayer miércoles en mi oficina.


Pero ya ve que tuve que escapar de ella, porque ya no me quedaba nervio quieto, ni fuerza para cumplir con mis deberes, que es para lo que vivo, porque todo lo demás, fuera de la amistad de los buenos corazones, resulta vano y feo. Mi mismo viaje acá es respuesta de lo que me pregunta sobre Cuba; porque mi miedo mayor no era el de ir saliendo de la vida, sino el de verme sin fuerza para los muchos quehaceres que nuestra tierra está a punto de echarnos sobre los hombros. Y yo entiendo estas cosas a lo militar. Las guerras no son cosas de bastidor y de merengue: todo en ellas, lo que se ve, y lo que no se ve, lo de afuera y lo de adentro, ha de ir a paso de batalla y arma al hombro.


Jamás hubo elementos peores para entrar en una guerra de independencia, ni necesidad más grande de la guerra. No hay que acobardarse ante los peligros, sino conocerlos, y afrontarlos. Ya yo me voy muriendo, mi querido Juan. Los pulmones se me quejan y el corazón salta más de lo que debe. Pero calzo las botas invisibles que de un tranco como las del gigante del cuento, van del valle a la montaña. Y mientras viva, he de estar donde Vd. me ha visto, sirviéndolos y queriéndolos. Cuidado con La Liga, que es como aquellos cuerpos pequeños que, si el sol les dá donde debe, proyectan una sombra mucho más vasta que ellos.


Y la vergüenza sería que confesáramos que no estaba en nosotros la luz del sol. No se vive para hoy, mi querido Juan, sino para mañana. Toda la vida es deber. Para esta vida es la espina, y para la otra será la masa del pescado.


Se va el correo, y no quiero que siga Vd. asombrándose de mi silencio, que ya ve que no dependía de mi voluntad. Adelante con Emerson y con "Los Placeres de la Vida".


Si puede cómprese "The Choice of Books and other Essays" por Frederic Harrison, que ya le he dicho que es buena lectura. Yo para entender mejor a los hombres, estoy estudiando los insectos: que no son tan malos como parecen, y saben tanto como nosotros. Salude a su esposa y a Jerónimo; y quiera a su amigo.


José Martí




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Última Revisión: 25 de Septiembre del 2007
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