Ricardo Arteaga y Montejo nació en la ciudad de Puerto Príncipe, o Camagüey, y murió en su ciudad natal. Comenzaron sus estudios en Cuba, continuando en Cartagena donde se ordenó en 1868. Regresó a Cuba tan pronto comenzó la Guerra de los Diez Años y sirvió al clero como cura en varias iglesias. En la parroquia de San Miguel, Nuevitas, se le notó su parcialidad a la revolución. Por un sermón, desprovisto de toda idea política, el general Concha lo ascendió al curato de Regla. Junto con Dobal y Santos dirigió el colegio “Educación en familia”. Obtuvo el grado de doctor en Derecho.

Eventualmente fue deportado a España, de donde continúo a París, Roma, Nápoles y finalmente regresando a las Américas e instalándose en Venezuela. En la Universidad de Caracas desempeñó la Cátedra de teología dogmática.

En la Literatura Cubana su nombre alcanza los más altos grados de la oratoria sagrada, la cual, de acuerdo a José Manuel Carbonell y Rivero, 1928, “sin dejar de fundamentarse justamente en su valor intrínseco, obedece más a la faceta patriótica que a la dogmática.” También practicó el periodismo, de carácter catequista político.

La Cuba de hoy, ayer y mañana, con todo su sabor y alegría en Guije.com con una sección de links a las páginas Web de los Escritores Cubanos actuales.